La historia de Carlos V es ante todo la historia de un legado. Su ascendencia tal vez explica las peculiaridades y contradicciones de su carácter. El vencedor de la batalla de Mühlberg, orgullosamente acampado en su caballo de batalla fijado para la eternidad por el pincel de Tiziano, es bisnieto del terrible Carlos el Temerario, duque de Borgoña.

El príncipe melancólico acosado por el más allá que renuncia antes de su muerte a "el imperio sobre el que no se pone el sol" para retirarse a un convento de Extremadura, es hijo de Juana la Loca, la hija menor de los Reyes Católicos Fernando II de Aragón yIsabel I de Castilla.

Una piedad fuerte teñida de humanismo

Si su juventud y su educación transcurrieron en un ambiente flamenco, cabe señalar que ya había estado fuertemente marcado por el espíritu español y austríaco. Su tía Margarita de Austria, hija del emperador Maximiliano I, había sido su primera maestra. Si su idioma natural era el francés y si siempre tuvo dificultades para hablar correctamente el alemán, de ninguna manera era un príncipe borgoñón. No había heredado de los duques de Borgoña ni su exuberancia física ni su gusto por la vida suntuosa.

Sus tutores fueron Guillaume de Croy, señor de Chièvres, que seguirá siendo un consejero de confianza, Charles de La Chaux y el deán de Lovaina Adriaan Floriszoon, el futuro Papa Adriano VI. Este último, seguidor de la Devotio moderna, le inculcó una fe muy viva, teñida de sencillez y de cierto humanismo.

Muchos estudios insisten en la religiosidad de Carlos, en su “providencialismo” que le hacía ver la acción directa de Dios en todos los acontecimientos, rasgo mental característico de este período. Otro rasgo notable fue su fuerte voluntad, que se afirmó desde su matrimonio en 1526 con Isabel de Portugal (1503-1539).

1.2. El heredero de diecisiete coronas

El legado de Carlos V, preparado por la hábil política matrimonial de su abuelo paterno,Maximiliano de Austria, estas son también las posesiones que, unidas, formarán uno de los más grandes imperios de los tiempos modernos.

Maximiliano, habiéndose casadoMaría de Borgoña, ha preparado, de hecho, la transmisión a Carlos V de la doble herencia borgoñona y austríaca. A partir de 1506, Carlos, tras la muerte prematura de su padre Philippe le Beau, se convirtió en dueño de los Países Bajos (desde Flandes hasta Groningen) y de Franche-Comté (feudo del Imperio).

En 1519, cuando murió Maximiliano, incorporó a sus dominios los territorios austríacos de los Habsburgo (archiducados de Alta y Baja Austria, ducados de Estiria, Carniola y Carintia, condado de Tirol, landgraviate de la Alta Alsacia). Mientras tanto, fue puesto en posesión, a la muerte de su abuelo materno.Fernando II de Aragón(1516), y en perjuicio de su madreJuana la Loca, reinos deCastilla, deAragón, Nápoles, Sicilia, así como las inmensas colonias españolas en América. Además, le corresponde el Nuevo Mundo, recientemente descubierto porCristobal Colónlo que le da el nombre de "Indias Occidentales", y pronto totalmente conquistada.